Alquilando una mamá
Capítulo 183

Capítulo 183:

Regresaron a la sala, donde Chelsea estaba sudando de los nervios; miró a Amanda tratando de entender su expresión, nerviosa y aprensiva, pero su amiga se acercó a ella y la abrazo.

“Que seas muy feliz, felicidades” dijo.

“Cielos, ¿No me vas a echar? ¿No me pegarás ni me odiarás?”

“Claro que no, nunca haría eso. Estoy un poco triste por ser la última en enterarme porque eres muy importante para mí, pero estoy feliz por ti. Soy feliz de que seas feliz”.

“Gracias, muchas gracias. Te quiero mucho”.

“Yo también te quiero. Está todo bien”.

“Perdón por no habértelo dicho, amiga. Tenía muchas ganas, pero Murilo me pidió que no hablara por miedo a tu reacción, lo siento”.

“Está bien, disfrutemos la noche.

Se abrazaron y Amanda fue hacia Anthony, que estaba bebiendo solo. Cuando ella había salido con Murilo al jardín, los había mirado de lejos, y Daniel se había acercado a él para tocarle el hombro”.

“No hay nada de qué preocuparse, hijo mío. Sé que es raro para ti, pero aquí actuamos así, somos cariñosos con los que amamos, con los que están cerca de nosotros. No sé cómo son en tu país, pero lo que ves aquí es natural”.

“No le voy a mentir diciendo que no me molesta. Él era muy cercano a ella y creo que le gusta”.

“Escucha, Amanda y Murilo crecieron juntos desde que tenían un año, eran muy unidos, el cariño que se tienen es muy grande y muy bonito. Nunca pasó nada entre ellos, siempre se respetaron y actuaron como hermanos. Murilo está saliendo con su mejor amiga.

“Estoy siendo infantil, ¿No?”

“No, estás haciendo lo correcto. Tienes otras costumbres y es natural que pienses cosas viendo las nuestras. Confía en tu prometida, ella te quiere”.

“Gracias, tiene razón, estoy haciendo una tormenta en una taza de té”.

“Vamos, entremos, la cena estará servida pronto.

Habían entrado y Daniel había ido a hablar con su hermano y cuñados, Anthony, por su parte, había ido a la mesa a llenar su vaso. Amanda había regresado y se había acercado a su amiga, mientras él las observaba con cariño y sonriente. Después, Amanda se había acercado a él para abrazarlo por la cintura, con los ojos brillando de felicidad, pues esa era la mejor noche de su vida”.

“¿Mencioné que te amo hoy?” preguntó ella.

“Linda, te amo mucho”.

“¿Estás triste?”

“No, estoy feliz por tu felicidad y porque todo salió bien”.

“Ahora eres parte de esto, esta es mi loca y amorosa familia. Ja. Ja, ja”.

“Los amaré como te amo a ti”.

“Muchas gracias”.

“Eres mi princesa”. Él le dio un beso y se abrazaron. Luego, Daniel anunció que la cena estaba servida y todos fueron a la mesa.

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