Alquilando una mamá
Capítulo 161

Capítulo 161:

Cuando llegaron los chicos, Cindy les abrió la puerta y entraron.

“Vaya, estás hermosa” dijo Ken.

“Cariño, no vas a la empresa, es una balada”.

“Tengo que brillar, ¿Verdad?”

“No me gusta”.

“¿Celosa?”

“Sí”.

“Estás hermosa” comentó Talles al ver a Amanda.

“Gracias” respondió ella.

Fueron hasta los autos, Amanda se fue con Talles y Cindy con Ken. Llegaron al club y estacionaron. Ken saludó a un hombre bien vestido y entró, no había mucha gente y el lugar era muy agradable. Esa noche era solo para unos pocos invitados, por lo que no había mucha gente. Fueron hasta la zona vip y se sentaron en una mesa. Cindy pidió unos tragos y Ken fue con Talles a buscar los suyos, las chicas se emocionaron con la música y el baile.

El dueño de la discoteca, al pronunciar su discurso, llamó a Ken, le dijo unas palabras de felicitación al nuevo dueño Wictor y volvió a la mesa. Bebieron y bailaron, Amanda estaba toda suelta, el alcohol comenzaba a hacer efecto y bailaba cada vez más, Talles se acercó a ella bailando cerca, estaban en la misma sintonía. Él la agarró de la cintura por detrás y bailaron, Amanda volteó hacia él y Talles la tomó de la cara. En el momento en que se estaban acercando, Anthony apareció de la nada y le dio un puñetazo, Talles se quedó en el piso con la mano en la cara, Anthony se fue tomando a Amanda del brazo hacia la salida”.

“¿Qué te pasa?”

“No puedo creer que ibas a dejar que ese chico te besara”.

“¿Y qué? Tú besaste a esa…”

“BASTA, no besé a nadie, te lo demostré”.

“Voy a volver, vete.

Ella se dio la vuelta y él la tomó del brazo”.

“No vas a volver con ese tipo”.

“No tenemos nada, Anthony, no puedes obligarme”.

“Sí, lo tenemos. Eres y siempre has sido mi prometida, la madre de mi hija, la mujer que amo, entonces sí tenemos algo, Amanda.

“¿Qué quieres de mí, Anthony? Estoy harta, harta de estos altibajos, harta de estar lejos de ti y también cerca de ti, ¿Qué quieres de mí?” Amanda hablaba golpeando su pecho”. Dime, por favor, o déjame de una vez por todas” dijo entre lágrimas.

“Te quiero a ti, quiero tu amor de regreso, quiero dormir y despertar a tu lado, quiero vivir una tormenta y tenerte como mi paz, mi sol, mi día tranquilo”.

“Ya no me quieres, me haces daño”.

“Lo sé, lo siento, no soporto estar sin ti, mi amor, vuelve a mí, ¿Volverías a ser mi novia? Te amo tanto”.

“Yo también te amo, no quiero estar sin ti, pero me rechazaste, no me amas”.

“Amor, nunca te rechacé, ¿No te has dado cuenta que tengo un gran problema con las relaciones? Cuando no sé cómo solucionarlo me pongo así, el miedo a sufrir me pone así, ese día no rechacé tu beso, pero tampoco estaba al 100 %, sé que ella estaba molesta, pero yo estaba bien”.

“Tú no me amas».

Anthony se dio cuenta de que Amanda no había terminado y dejó de hablar, la levantó y la llevó a su auto. Ella armó un alboroto porque no quería entrar, pero él logró meterla adentro, ella abrió la puerta, él cerró de nuevo y cerró todas las puertas. Amanda dejó de luchar y se sentó? con los brazos cruzados y mala cara. Anthony condujo hasta su departamento y Amanda durmió en el camino. Anthony le acarició la cara y la pierna hasta que llegaron.

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