Alquilando una mamá
Capítulo 148

Capítulo 148:

Anthony almorzó con Ken en un restaurante y aprovechó para contarle todo lo que estaba pasando, pues necesitaba desahogarse. Con la ayuda de su amigo, se sintió mucho mejor.

Más tarde, Ken llamó a Cindy para decirle que se iba a quedar un rato más con Anthony. Los dos amigos pasaron la tarde en el restaurante y después se fueron a una discoteca, donde se dedicaron más que nada a beber.

Muchas mujeres se acercaron a Anthony, pero él no les prestó atención y prefirió quedarse solo en la barra.

Por otro lado, Amanda pasó todo el día con Lucy. Cuando llegó la hora de ir a la cama, la acostó y se quedó a su lado hasta que la niña se durmió. Luego, se fue a su cuarto, pero no pudo dormir pensando en que ya era muy tarde y Anthony aún no había llegado.

Estaba muy nerviosa y no paraba de preguntarse dónde estaría. En un momento, decidió mirar su estado y vio que el joven estaba en la discoteca, así que llamó a Cindy, quien contestó de inmediato.

“Hola, amiga. ¿Cómo estás?”

“Bien. Bah, eso intento. Rompí con Anthony, así que no habrá casamiento” respondió Amanda.

“¿En serio? Mira, sé que se equivocó, pero si lo amas, ¿Por qué no te sientas a hablar con él?”

“Sí, hablamos, pero me di cuenta de que no puedo seguir con él; estoy muy decepcionada, y ahora que su ex volvió, tengo miedo de que descargue su enojo conmigo otra vez”.

“¿No crees que estás huyendo?”

“¿Qué quieres decir?”

“Lo amas, conoces su carácter y sabes bien quién es; han vivido muchas cosas juntos y, sin embargo, estás tirando todo a la basura. Sé que se equivocó, pero no le diste la oportunidad de redimirse y demostrar que es diferente. Te quiere y quiere enmendar su error, eso está claro. En su relación anterior sufrió mucho, y ahora lo está haciendo de nuevo. Si vuelve con su exmujer, arruinará su vida. Se suponía que él iba a estar bien porque tú estabas a su lado e ibas a evitar que ella se acercara, pero ahora está en el club tratando de olvidarte y ahogando sus penas. ¿Es eso lo que quieres?”

“Su ex ya apareció. Fue a la empresa y hablaron, no sé bien de qué. Solo sé que quiere ver a Lucy, así que se pondrán de acuerdo para eso”.

“Podrá verla a ella, y a él también”.

“Lo sé. Le dije algunas cosas, pero él me dejó en claro que no puedo interferir”.

“Estás pensando solo en ti, esa es la verdad. Él está sufriendo y, en vez de estar a su lado para darle fuerzas, prefieres enojarte. Su ex acabará acercándose a él y lo perderás para siempre”.

“No digas eso, Cindy”.

“Lo estás haciendo sufrir y no se merece eso. Sé que estuve a tu lado cuando me necesitaste, pero ahora estás exagerando. Solo piensas en ti y te olvidas de lo que has vivido con él y de todo lo que él ha hecho por ti. Errar es humano y eso no lo convierte en el peor hombre del mundo”.

“Tienes razón, no sé qué me pasa. Debería estar con él”.

“Exacto. Necesita tu apoyo”.

“Gracias por el consejo, amiga. Te quiero”.

“Yo también te quiero. Cualquier cosa, me llamas”.

Apenas Amanda colgó el teléfono, entró Anthony. El hombre cerró la puerta de entrada y se dirigió hacia las escaleras.

“Anthony” lo llamó la joven.

Él se detuvo, la miró fijo y le preguntó: “¿Necesitas algo?”

“¿Podemos hablar?”

“¿Sobre qué?”

“Sobre nosotros”.

“No hay ningún nosotros”

Aclaró Anthony.

“Si no se trata de Lucy, no tenemos nada de qué hablar”.

“Por favor”.

“No estoy de humor para discutir algo que no va a cambiar. Sinceramente, ya no tengo ganas de hacerte cambiar de opinión”.

“Te amo” le dijo ella.

“Yo también te amo, aunque no me creas”.

“Nunca dije que no te creía”.

“Amanda, vete a dormir. Tengo muchas cosas en la cabeza y no puedo con esto ahora”.

El hombre subió al dormitorio y Amanda se quedó sentada en la sala. Estaba muy frustrada y sentía que lo iba perdiendo poco a poco, lo que la puso muy triste. Sin darse cuenta, se quedó dormida en el sofá.

Por su parte, Anthony no podía dejar de pensar en Lucy junto a Ruby, así que, cuando entró en el cuarto, se dio una ducha fría para relajarse y luego se acostó.

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