Alquilando una mamá
Capítulo 146

Capítulo 146:

“Hijo, no tienes que hacer todo nervioso, no sirve de nada”.

“¿Cómo quieres que esté? Mi vida se arruinó una vez y yo la reconstruí por mi cuenta. Luego cometí el error de abrir mi corazón de nuevo, cuando no era necesario. Y ahora mira cómo terminé. Todos quieren una vida perfecta y feliz, todos se fijan en los éxitos, pero nadie piensa en todo lo que he pasado, nadie ve lo que estoy sufriendo. Tengo que ser perfecto, hacer como si no sintiera nada, y tratar de complacer a todo el mundo. ¿Alguien se detuvo a pensar en mí?”

Amanda ya estaba en la sala y oyó el discurso de Anthony.

Todos se quedaron en silencio escuchándolo desolados. Se notaba en su voz entrecortada que estaba muy dolido y triste.

“¿Tú crees que cuando salgo es para disfrutar de la vida? Salgo, bebo, hablo, río, tengo esta expresión fría, pero cuando apoyo la cabeza en la almohada, ¿Crees que estoy tranquilo? ¿Que no pienso en nada? Pienso en Amanda, en mi hija, en mi pasado, en mis miedos, en este noviazgo frustrado, en los problemas de mi empresa. ¿Crees que tengo una vida perfecta? Soy un ser humano como cualquier otro: tengo sueños, miedos, preocupaciones, que cada vez son más, ¿Y todavía esperan que sea perfecto?”

“Perdóname, a veces no nos damos cuenta de qué le pasa al otro” dijo Sabrina.

“Sé por todo lo que has pasado y no tengo derecho a hacerte sufrir más”.

“Lo siento, hijo, todos tenemos sentimientos, compromisos, obligaciones y una vida llena de problemas. Y tú no eres diferente, estás sufriendo lo mismo por segunda vez y ahora tienes que lidiar con el regreso de Ruby. Sé que no ha sido fácil”

Lamentó Geoffrey.

Amanda se quedó en silencio y se limpió una lágrima, le dolía el corazón al ver la situación en la que estaba Anthony. Se veía desolado, y escucharlo hablar de su relación la hizo ponerse muy mal.

“Siéntate, Amanda” ordenó él.

“Cariño, te llamamos porque necesitamos que sepas algo importante”.

“¿Qué ocurrió?”

“Ya sabes que la exesposa de Anthony está de vuelta, ¿Cierto?” dijo la señora.

“Sí”.

“Fue a buscarlo a la empresa y hablaron”.

“¿Fue a buscarlo? ¿Se reconciliaron?” preguntó poniéndose de pie y comenzando a llorar.

“No” dijo él.

“Quiere ver a Lucy” explicó Sabrina.

“¿A mi niña?”

“Sí, exige verla”.

“¿Me la va a quitar? Por favor, no dejen que se la lleve, sé que es su madre biológica, pero no puedo vivir sin ella, no puedo, Anthony” dijo llorando desconsolada.

Amanda estaba muy nerviosa y agitada, no paraba de rogarle a su jefe, por lo que Sabrina se levantó y la tomó de las manos.

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