Alquilando una mamá -
Capítulo 103
Capítulo 103:
Su hijo se fue adentro y ella se rio cariñosamente de él junto con su esposo. En realidad, Amanda no estaba enojada con Anthony, solo le hizo pasar un mal rato, así que ella quería darle una lección. Mientras se cambiaba en el baño, empezó a reír un poco al recordar su rostro cuando corrieron por el jardín.
Después tomó un plato de fruta de la cocina y subió al hidromasaje que estaba en la terraza. Se quedó al sol tratando de calentarse y apareció Anthony.
“Te encontré”.
“No me fui, jefe” bromeó ella.
“Lo siento, amor. Insinué que no confío en ti, pero sí lo hago. Sé que no era otro hombre, pasa que solo quería saber. Fui muy infantil” dijo en tono arrepentido. Ella se echó a reír.
“¿Qué pasa?”
“Deberías ver tu cara de cachorrito mojado” dijo su novia. Era adorable y le causaba mucha gracia.
“¿Te vas a burlar de mí?”
“Quiero otro teléfono, me lo debes”.
“Ya hice el pedido”.
“Genial. Ahora quiero un masaje mientras me relajo en el jacuzzi”.
“¿Qué te pasa?” preguntó su novio, extrañado por su actitud mandona.
“Me hiciste enojar y ahora quiero relajarme” explicó la chica mientras entraba al hidromasaje. El joven miró su expresión jactanciosa y se echó a reír, pero ella lo miró seria, tratando de contener la risa. Él fue a sentarse en el suelo para masajearle los hombros”. Sí, así”.
“¿Este es mi castigo?”
“Exacto”.
“Entonces está bien por mí”.
“Mmm, eso es, amor” murmuró ella como si estuviera aguantando los gem!dos.
“Ah, no. Ni se te ocurra” advirtió él.
“¿Qué pasa?”
“Deja de hacerte la cachonda”.
“Amor, más fuerte” musitó la chica, ignorándolo. Su novio respiró hondo y ella se rio para sus adentros, pero él siguió masajeándola en tanto ella suspiraba”. Mmm, sí… se siente muy bien, amor”.
“Amanda, basta”.
“Justo ahí, mi amor. Más fuerte”.
Anthony entró al jacuzzi y la sostuvo con sus brazos, acorralándola”.
“¿Estás bromeando, verdad?” exigió él.
“¿De qué estás hablando?” dijo ella, haciéndose la tonta.
“Estás gimiendo así para provocarme”.
“No sé de qué estás hablando. ¿Por qué detuviste el masaje? Estaba grandioso”.
“Amanda, querida Amanda. No juegues conmigo, no juegues con fuego” le advirtió.
“Con este fuego no me quemo. No hay manera” replicó ella.
“Maldición, ¿Qué quieres? Dime, ¿Qué es lo que quieres?”
“Tú dentro de mí dejándome sentirte” dijo mientras lo miraba directo a los ojos. Golpeó el agua y se dio la vuelta para irse, pasándose una mano por el cabello. “Voy a seguir molestándote hasta que te rindas y me hagas tuya. Querrás que los días pasen rápido para que llegue el día de nuestra boda, pero pasarán muy lento”.
“¿Qué te pasó que estás así de repente?”
“Esta es la actitud de una mujer agotada y deseosa de su novio, quien no quiere cumplir su voluntad”.
“Amor, ya nos habíamos puesto de acuerdo, así que no digas eso”.
“Tú lo decidiste, no yo. ¿No podemos adelantar el asunto?”
“No” respondió él, terminante.
“Está bien, jefe”.
La chica salió del hidromasaje ajustándose el traje de baño, y él la miró incrédulo mientras ella se desabrochaba el cordón de los shorts para acomodarlo de nuevo. Al ver que su novia le estaba tomando el pelo, Anthony le dio un puñetazo al agua y se dio vuelta para dejar de mirarla. Ella sonrió y se fue.
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