Allí está de nuevo, mi exesposo
Capítulo 1202

Capítulo 1202:

Jamarion tuvo un día libre tras volver a casa. Al día siguiente, Benedict le organizó una cena de bienvenida, a la que solo asistieron sus compañeros, mientras que sus padres no fueron invitados. De todos modos, durante las fiestas de fin de año, sus padres organizaban fiestas todos los días.

Alaric era el que llegaba más tarde, ya que tenía varias ceremonias de entrega de premios o eventos a los que asistir a final de año. Esta noche, había venido con prisa después de ganar un premio importante.

Sin embargo, Alaric se sobresaltó con lo que vio tras entrar en el hotel donde tenían una cena de bienvenida.

No muy lejos de la habitación privada que Benedict había reservado, vio a su hermana Alana abrazando a Jamarion. Para ser exactos, Jamarion tendió primero las manos hacia Alana, y luego ésta le abrazó a él.

Alaric pensó que se trataba de una alucinación suya, así que levantó la mano para frotarse los ojos con incredulidad y volvió a mirar.

No era un abrazo entre una hermana y un hermano. Aunque estaba tan lejos, podía sentir su intimidad y el profundo afecto en los ojos de Jamarion.

Su intuición le decía que eran amantes.

Esto hizo que el cuerpo de Alaric se estremeciera, y su primer pensamiento fue que

Jamarion, un mocoso tres años menor que él, sería su cuñado.

Eso era algo que Alaric no podía soportar, así que gritó: «¿Qué estás haciendo?».

Luego se acercó rápidamente, apartó a Alana de los brazos de Jamarion y la empujó detrás de él.

Tanto Jamarion como Alana se quedaron sin habla.

Alana tiró de Alaric sorprendida: «¿Por qué has venido tan pronto? ¿No dijiste que la entrega de premios terminaría hasta bien entrada la noche?».

Ella pensó que Alaric no llegaría aquí tan temprano, así que ella y Jamarion se abrazaron descaradamente en la entrada.

La concentración de Jamarion era diferente a la de Alana. Miró con rabia a Alaric, pues éste acababa de tirar bruscamente de Alana.

Alaric, irritado por la mirada de Jamarion, lo fulminó con la mirada y le gritó: «¡Jamarion, se supone que no debes abrazar a mi hermana en público!».

Alana tosió avergonzada. Acababan de empezar una relación romántica.

Oyó que Jamarion le respondía a Alaric: «¿Por qué no puedo? Estamos en una relación romántica».

«¿Qué?» Alaric se quedó tan sorprendido que casi se le caen las gafas de montura dorada que llevaba en el puente de la nariz.

Se las puso para la entrega de premios de esta noche. Una vez rodó un anuncio con gafas y, después de eso, sus fans le pidieron que las llevara todos los días. Por eso, esta noche se las ha puesto y ha venido aquí a toda prisa sin quitárselas.

Ahora se las quitó y dio un paso adelante, mirando fijamente a Jamarion y preguntándole: «¿Cuál es tu relación?».

Eran de estatura similar. Como Alaric tenía una mirada agresiva, Jamarion dio un paso atrás en silencio. Era mucho más tranquilo que Alaric, así que no quería chocar con él.

Fue Alana a su lado quien no pudo soportar la agresividad de Alaric hacia Jamarion y levanto la mano para tirar de Alaric. Pero la atención de Alaric solo estaba en Jamarion.

Jamarion miró la mano de Alana que tiraba de Alaric, dio un paso adelante para coger su suave mano y la atrajo suavemente a su lado.

Luego la rodeó con los brazos y le dijo a Alaric con mirada severa: «Tenemos una relación romántica».

Esta vez Alaric lo oyó claramente. Luego miró a su hermana y comprobó que estaba bastante tranquila. Era un consentimiento implícito, ¿no? Esta constatación le hizo sentirse fatal.

¿Qué demonios estaba pasando?

¿Por qué su hermana se metía con Jamarion? Tenían tres años de diferencia de edad. Aunque no le importaba que su hermana se enamorara de un hombre más joven, nunca había pensado que ese hombre fuera Jamarion.

Y lo más importante, ¿cuándo habían empezado una relación sentimental?

Lo que Alaric no sabía era que Alana y Jamarion acababan de empezar una relación romántica.

Después de deliberar, Alana pensó que era mejor admitirlo en lugar de ocultárselo a sus padres, ya que no quería engañarlos.

Sabía que sus padres pondrían objeciones si se lo contaba a Jamarion y su apuesta por el matrimonio. Por lo tanto, seria mejor decirles a sus padres que tenian una relacion amorosa.

Sabia que eso significaba que aceptaba a Jamarion como su novio.

Pero primero quería hablarlo con Jamarion. Así que le pidió salir para

breve charla con él antes de que empezara la fiesta.

Cuando Jamarion la oyo decir que queria iniciar una relacion amorosa con el, se sorprendio y luego se sonrio, esbozando una amplia sonrisa.

Pero le preguntó para confirmarlo: «¿Estás segura de que quieres empezar una relación amorosa conmigo y contárselo a tus padres?».

«Sí». Alana asintió seriamente y le dijo que no quería engañar más a sus padres.

Jamarion bajó la mirada, la miró fijamente a los ojos y le dijo con dulzura: «Tienes razón, pero tengo que aclararte una cosa».

Alana estaba confusa: «¿Qué?».

Jamarion dijo seriamente: «Tenemos una relación amorosa con el objetivo de casarnos».

Alana se quedó de piedra.

Jamarion añadió: «Me alegra que estés dispuesta a ser mi novia por adelantado, pero mi deseo de casarme contigo nunca cambia y nuestro acuerdo sobre el matrimonio sigue vigente. La única diferencia es que ahora tenemos más oportunidades de conocernos mejor».

Alana murmuró: «Ahora estamos saliendo. ¿Y si más tarde descubrimos que no somos el uno para el otro?».

«No lo haremos». Jamarion negó con la cabeza: «Somos perfectos el uno para el otro».

«Si no lo fuéramos, ni siquiera empezarías una relación amorosa conmigo», dijo Jamarion y sonrió feliz. «Alana, ¿empiezas a quererme ahora?». A Alana le llamó la atención su pregunta, y su rostro se sonrojó.

Pero pronto se calmó, mirándole a los ojos cariñosos y asintiendo suavemente: «Sí».

Le quería. No tenía por qué ocultarlo. Ya que había decidido salir con él, no se andaría con rodeos. Si él era el único que le demostraba afecto, su relación no funcionaría.

Era una chica de mente abierta y nunca decía algo en contra de su voluntad.

Como se había enamorado de él, no lo negaría.

Al oír su confesión, a él se le iluminó la sonrisa. Su sonrisa era encantadora y a Alana le fascinó.

Después, Jamarion extendió los brazos para abrazarla. Entonces Alaric, que acababa de llegar, vio su intimidad.

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