A tu lado
Capítulo 6

Capítulo 6:

Lentamente movió su mano a mi cuello.

Apretándolo suavemente y luego colocando un beso en mi cuello.

Solo por el pequeño gesto, supe que mis bragas estaban goteando.

Fue el dominio lo que me debilitó las rodillas.

Me encantó, pero claro, hasta cierto punto.

Comencé a mover mi trasero lentamente contra su entrepierna.

“Tal vez te quería para mí».

Soltó su mano del cuello y los movió a mi cintura.

Nuestros cuerpos no dejaron de moverse en sincronía.

De repente sentí una mano deslizarse por mi muslo.

Sabía lo que estaba a punto de hacer y no iba a detenerlo.

Su mano encontró su camino hacia mi ropa interior con cordones negros y susurró: «Ya estoy preparado».

Incliné mi cabeza hacia atrás contra su pecho mientras él frotaba mi cl!toris lentamente sobre mi ropa interior.

Podía sentir la tensión acumulándose y las palabras salieron de mi boca.

«Deja de burlarte de mí».

«Dime lo que quieres entonces»

Susurró luego dejándome otro beso en mi cuello.

«Tú»

Puso mi mano en la suya y luego me llevó a la parte trasera del club donde había una puerta.

Sacó una llave y la abrió.

Me apresuré al interior antes de cerrar la puerta tras él.

Eché un vistazo a mi alrededor.

Era una oficina estándar.

¿Él trabaja aquí?

No pude preguntar cuando sentí sus labios atacar los míos.

«Amor, no tienes idea de lo se%y que eres»

G!mió en mis labios.

Con sus labios aún en los míos, moví mis manos hacia su cinturón.

Se lo quitó antes de bajarse un poco los pantalones.

Luego bajó las correas de mi vestido antes de dejar que se deslizara hasta el suelo.

Esto permitió que mi pecho y mi ropa interior con cordones negros fueran revelados.

Agarró uno de mis senos y empujó mi cuerpo contra el escritorio.

Cerré los ojos ante la anticipación y la tensión acumulada.

De repente escuché que la tela se rasgaba, lo que hizo que mis ojos se abrieran de golpe.

Mirando hacia abajo, veo que me arrancó las bragas.

Si.

Rasgado.

Cerré los ojos una vez más mientras él comenzaba a besar mi cuello.

Podía sentir su mano viajando contra mi pecho y hasta mi cuello.

Fue suave, pero podía sentir el control contra mi piel.

Sin previo aviso, entró en mí y me hizo jadear en voz alta.

«Maldición».

«Déjalo salir»

Empujó más fuerte.

«Jefe. ¿Estás aquí? Weston está aquí»

Dijo una voz seguida de un golpe.

«Maldita sea»

Susurró el hombre antes de mover sus ojos de mí a la puerta.

«No lo hagas. Detente»

Gruñí mientras me alejaba de él.

Empujándolo sobre una silla cercana y sentándome sobre él.

Él g!mió y me vio moverme lentamente contra él antes de gritar: «¡Estaré allí en un… en un momento!».

Él sonrió mirándome a los ojos y comencé a apretarme contra él mucho más rápido.

Comencé a sentir que la tensión aumentaba y supe que estaba a punto de alcanzar mi clímax.

El hombre que me levantó y me empujó contra la pared.

Empujándome más fuerte y más fuerte por la espalda.

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