30 días para enamorarse -
Capítulo 510
Capítulo 510:
En ese mismo momento, un bastón se colocó frente a él y le rogó: «Señor Fraser, por favor, cálmese, esto es un malentendido…»
Sin dejarlo terminar, Stanford lo alejó de una patada.
Y un guardia de seguridad se adelantó para recibir la paliza por Benjamin.
«Señor Fraser, por favor, cálmese, es el hijo de la Familia Turner, por favor, deje de golpearlo».
«¡Piérdete!»
Stanford apartó a ese hombre de una patada y cayó sobre el hombre de atrás que se acercaba a suplicar.
Benjamin estaba furioso al ver que todos sus hombres eran golpeados, golpear a sus hombres era como darle una bofetada en la cara.
Hay que darle una lección a Stanford.
Pero el bloqueo de sus hombres le dio el tiempo suficiente para recuperar la calma.
Era un invitado en la Familia Fraser y deseaba ser reconocido por ellos, nunca podría luchar contra Stanford.
Aunque quisiera matarlo ahora, se limitó a aguantar.
Se levantó y se limpió la sangre de la comisura de los labios.
Con la espalda erguida, explicó: «Esto es realmente un malentendido, irrumpí por la seguridad de Flory.
Pero ha sido totalmente culpa mía el haber ofendido tanto a Flory como a la Señorita Jenkins, aceptaré de buen grado todos los castigos de Stanford».
Luego se quedó quieto, con una postura de ‘pega como quieras’.
Stanford estaba enfurecido, su ira no se había reducido ni un poco, quería romper los huesos de Benjamin.
Y lo hizo.
Pero Florence era racional, hizo todo lo posible para que Stanford no matara a Benjamin.
Si Benjamin volvía a la Familia Turner gravemente herido, podría jugar fácilmente la carta de la víctima.
Eso no era lo que Florence quería; quería deshacerse de él de una vez por todas.
«Stanford, deja de golpearlo, su suciedad sólo contaminará tus manos».
Florence corrió y bloqueó el puño de Stanford.
Miró a Benjamin con desprecio y dijo: «Benjamin, me seguiste y entraste en el baño de mujeres, no sólo me has ofendido a mí, sino que también has herido a Phoebe. Tengo que pedir justicia a la Familia Turner». dijo Florence con severidad.
Benjamín sintió un chorro de agua fría en su cuerpo y miró a Florence.
¡Ahora se daba cuenta de que esa era su intención!
Si la gente de fuera se enteraba de que había seguido a la Señorita Fraser y había entrado en el lavabo femenino, ¡Su reputación barrería el suelo! Y si Florence pedía justicia a los Turner, él lo perdería todo.
Podría ser una gran pérdida y un problema para Benjamin.
Pero esperar la pena de muerte en silencio no era algo que él haría.
El estaba en la mayor desventaja en este momento, asi que pidio.
«Sí, la justicia es un deber. Flory, tú sabes mejor la razón por la que irrumpí en el lavabo femenino, ¿Por qué no lo mencionaste y en cambio intentaste engañar a Stanford?»
Florence se defendió molesta: «¿Cómo voy a saber la razón por la que irrumpiste en el baño de mujeres? Psicópata». La cara de Benjamin se puso rígida.
Florence le estaba pisando la cara esta noche.
Le costó todo lo que tenía para reprimir su ira y poner una cara tranquila.
Continuó: «En primer lugar, no he seguido a Flory, he venido a divertirme, pero me he topado con ella. Estaba con Clarence cuando la vi por primera vez, los vi entrar juntos en el baño de mujeres. Es obvio lo que pasaría cuando un hombre entra en el lavabo con una mujer. Pero teniendo en cuenta que Flory es la señorita de los Fraser, no podía dejar que hiciera algo así y que avergonzara a la familia, por eso entré en el lavabo, para impedirlo».
Sonaba lógico y racional.
Benjamin estaba deprimido por su fracaso en derrotar a Clarence, pero sólo podía explicarse dada la situación actual.
Si las cosas se iban al Turner, no habría más oportunidad de explicarse, sería objeto de burlas y humillaciones.
Lo estigmatizarían como un p$rvertido que se asomaba al baño femenino.
«¿Clarence?»
Stanford frunció el ceño al oír su nombre y dirigió una mirada a los guardias de la sala.
Aparte de Florence, sólo estaba la traumatizada Phoebe, que estaba de pie frente al retrete.
¿Dónde estaba Clarence?
«¡Era Clarence! Juro que era él».
Benjamin juró y se volvió hacia Florence: «Flory, te vi entrar con Clarence, ¿Dónde está ahora?»
Florence levantó los labios y dijo sarcásticamente.
«Benjamín, ¿Estás inventando tonterías de la nada? Entré con Phoebe, no sabía cuándo se había transformado en Clarence, ¿Eh?».
Benjamín frunció el ceño: «Deja de decir tonterías, yo vi que entraste con Clarence, todos mis hombres también lo vieron, supongo que la grabación de las cámaras podría demostrarlo. Flory, ese fue el hecho, no lo niegues».
Una vez que se demostrara que Florence entró con Clarence pero éste desapareció, a pesar de no poder descubrir su identidad, esa sería la defensa de Benjamín.
Esta era su única oportunidad de defensa ahora.
La expresión de Florence no cambió un ápice.
«Entré con Phoebe, si insistes en que fue Clarence, vamos a comprobar la grabación, ¡A ver quién dice tonterías!”
“¡De acuerdo! ¡Comprueba la grabación de las cámaras!» Benjamin estuvo de acuerdo.
Hizo un gesto al único guardia que aún estaba en pie: «Trae la grabación».
Aunque estaba lleno de gente y con poca luz, la alta figura de Clarence, que llevaba un traje, era todo lo contrario a la vestimenta de Phoebe.
La verdad se revelaría con el vídeo.
«Espera».
Dijo Florence de repente.
Benjamin sonrió: «Flory, ¿Te arrepientes? Di la verdad ahora y no te causaré problemas».
Florence ignoró a Benjamin y se volvió hacia Stanford.
«Stanford, envía a tus hombres, me temo que Benjamin hará algo con la grabación».
Su desconfianza sobre Benjamin era tremendamente evidente.
La sonrisa de Benjamin se convirtió en un instante en un rostro rígido.
Stanford dirigió una mirada a Benjamin y luego hizo un gesto: «Ve con él y trae la grabación».
«¡Sí!»
Alguien de fuera respondió al instante.
La verdad se revelaría con la grabación, Benjamin no temía nada.
Él también quería averiguar cómo había desaparecido Clarence ante sus ojos.
Sus empleados fueron rápidos, trajeron la grabación sólo después de un corto tiempo.
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Nota de Tac-K: Tengan una linda mañana tarde y noche queridas personitas, Dios les ama y Tac-K les quiere mucho. (=◡=) /
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